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«En un reino hermoso y lejano, en cuyos jardines eternamente verdes jamás se pone el sol, según cuenta la saga, imperaba desde siempre la reina Fantasía. Llevaba ya muchos siglos prodigando a manos llenas la plétora de sus bendiciones sobre los suyos, y era querida y respetada por todos cuantos la conocían. Pero el corazón de la reina era demasiado grande para limitar a su país el don de sus favores, y un buen día bajó a la Tierra... pues había oído decir que allí vivían hombres condenados a pasar su vida tristes y serios, entre un sinnúmero de esfuerzos y trabajos. Les trajo los dones más preciados de su reino, y desde que la bella soberana se paseó por las distintas regiones de la Tierra, los hombres empezaron a trabajar alegres y risueños, pese
a su seriedad.»
Esos dones, los cuentos y tradiciones populares, son los que recoge el gran escritor y folklorista alemán Wilhelm Hauff (1802-1827) en este libro, en los tres almanaques que dedicó a los «hijos
e hijas de las clases cultas», y que, junto a la recopilación de los hermanos Grimm, es la más conocida y apreciada colección de relatos de la literatura alemana.
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