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Existen personajes que se pegan a la piel de un escritor y exigen volver a la vida; su mundo no cabe en las páginas de una sola novela, y el autor vuelve entonces a convocarlos para que nada quede sin decir. Este es el caso de Nano, que Suso de Toro creó en 1992, cuando se publicó Tic-Tac, y que al cabo de unos años continuó su camino en Círculo. Ahora, por primera vez, se reúnen las dos narraciones, junto a unas páginas de introducción inéditas, en El príncipe manco. Se completa así el ciclo narrativo dedicado a Nano, un Hamlet de barrio manco y torpe, rodeado de fantasmas, que se mueve por las calles de Santiago hablando sin parar, a veces para contar verdades molestas, otras para contestar llamadas extrañas que llegan del más allá, o para consolar a los vivos en su desgracia. Nano solo existe porque existen las palabras, esa es su sustancia, pero ahí, en ese parloteo obsesivo, están el dolor y la rabia de todos ante un mundo caótico, lleno de preguntas que ningún dios se molesta en contestar.
Joven e impetuoso en Tic-Tac, más resignado y dulce en Círculo, Nano es el hombre que se atreve a ser pura palabra, pero en su voz cabe el mundo entero.

La opinión del editor:
Sumar el nombre de Suso de Toro al catálogo de Lumen es para nosotros un honor. Se consolida así nuestra lista de clásicos contemporáneos con una obra magnífica, que muy pronto se verá acompañada de otros títulos del mismo autor.