En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
La presente antología ofrece una muestra de los quinientos años de historia del villancico, una composición que nació siendo popular y cantada. «Otras hay», insistía un poeta del siglo XVI, «que sirven para representar y para otros propósitos, pero esta solo para la música». Es fácil imaginarse a las primeras piezas animando una celebración («Pinguele respinguete /qué buen San Juan es este») o pregonando un mal de amor en un contexto más íntimo («Más vale trocar /plazer por dolores / que estar sin amores», «¿Con qué la lavaré, / la tez de la mi cara? / ¿Con qué la lavaré, / que vivo mal penada?»). El éxito de estos cantares fue enorme.Hasta el punto de atraer la atención de la Iglesia: catedrales, capillas, monasterios... todos comenzaron a encargar villancicos con que animar sus festividades más populares, sobre todo la de Nochebuena. Pero la «fiebre» del villancico, cada vez más colorido y espectacular, constituyó a la vez su ocaso, en la segunda mitad del Setecientos. Su particular renacer llegó con el siglo XX, cuando su nombre se asoció a la composición celebrativa de la Navidad que conocemos en la actualidad.Y así seguimos hoy cantando, con estribillo y coplas, en la estela de una rica tradición, intrínsecamente castellana.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.