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Max Aub concibió en su exilio mexicano la idea de publicar la revista literaria Los Sesenta, en la que solamente podían participar autores que hubieran cumplido esa edad. Su primera intención fue hacer partícipes de dicho proyecto a algunos amigos de la generación poética del 27 con los que compartía inquietudes estéticas. Así se lo hizo saber a Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Rafael Alberti y Jorge Guillén, quienes llegaron a figurar junto con Bernardo Giner de los Ríos como coeditores de la revista. La publicación por primera vez en España de Los Sesenta nos permite constatar el fructífero contacto que había entre los escritores exiliados y los que quedaron en la península. Además de repasar la sorprendente correspondencia de Max Aub con los coeditores de la revista, las cartas de diversos autores -Emilio Prados, Luis Cernuda, José Luis Cano, Antonio Espina, José Bergamín, Juan Larrea, Guillermo de Torre o Blanco Aguinaga, entre otros muchos- revelan también importantes argumentaciones teóricas en torno a la pervivencia de la vanguardia, el auge del realismo, la recuperación de textos fundamentales para
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