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Floresta de Prosa y Verso fue publicada como serie cerrada coleccionable entre enero y junio de 1936 por un grupo de jóvenes estudiantes de la entonces innovadora Facultad de Filosofía y Letras de Madrid. Reunió en sus páginas la creación primeriza de un numeroso grupo de jóvenes escritores junto a la colaboración de maestros y autores consagrados que presidió cada uno de los números: Juan Ramón Jiménez en dos ocasiones, Azorín, Lorca, Aleixandre. El resultado fue un conjunto misceláneo y muy representativo de la diversidad y complejidad del panorama literario del momento. Revista de espíritu abierto e integrador, colaboraron en ella jóvenes republicanos, liberales y progresistas, junto a conservadores, monárquicos y falangistas de primera hora. Entre los que sobrevivieron y mantuvieron tras la guerra su actividad literaria, se hallan figuras destacadas del exilio, como Francisco Giner de los Ríos o Joaquín Díez-Canedo que dirigieron en México a partir de 1945 la colección de poesía Nueva Floresta, título evocador de su primera revista, y autores representativos de las corrientes más diversas de la posguerra
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